CORRIENTES ECONÓMICAS
CORRIENTES ECONÓMICAS
Si estudiamos el pensamiento económico desde los orígenes del capitalismo, encontramos decenas de corrientes o “Escuelas” económicas. Incluso dentro de cada Escuela encontraremos variantes, desacuerdos, evoluciones diferentes, etc. Intentar estudiarlas al detalle, incluso simplemente enumerarlas, es algo que no cabe en una asignatura de introducción a la Economía. Por esto, en este apartado nos limitaremos a tratar de manera general 6 corrientes o Escuelas de pensamiento económico. Estas seis corrientes han sido elegidas por ser las seis que han estado presentes de una manera decisiva en la evolución de la economía real en los últimos quinientos años. Hay, sin duda, otras corrientes importantes desde el punto de vista teórico, o que han influenciado algunos aspectos de la economía, pero las seis que vamos a tratar han tenido como característica el haber sido, o seguir siendo, proyectos económicos asumidos por Estados importantes, durante un período de tiempo considerable. Es decir, que han sido corrientes hegemónicas en amplios territorios durante períodos largos. Estas escuelas de pensamiento económico son:
MERCANTILISMO: (siglos XVII, XVII, XVIII)
Consiste en una serie de medidas que se centraron en unos ámbitos: las relaciones entre el poder político y la actividad económica; la intervención del estado en el control de la moneda, con estas medidas de tendieron a la regulación estatal de la economía del mercado interno, el crecimiento de la población y el aumento de la producción propia controlando recursos naturales y mercados interiores y exteriores.
En el mercantilismo se tiene un gran crecimiento del comercio nacional e internacional de productos, también se descubrieron nuevas rutas comerciales. El mercantilismo se preocupa de incrementar la moneda y el aumento de la cantidad de metales preciosos en los países, de la actividad comercial internacional en los países y de la riqueza de los mismos en general para poder exportare importar más; de la política económica de los estados y de la reglamentación de la actividad económica de estos y sus colonia; impuestos, ingresos, gastos, obras públicas, supresión de aduanas interiores etc. La corriente que hoy conocemos como Mercantilismo, se puede considerar que fue el pensamiento económico dominante (o la “filosofía” económica predominante) entre los grandes comerciantes y los “hombres de Estado” (hombres fuertes, ministros y consejeros de las monarquías absolutistas) de los siglos XVI, XVII y XVIII, aunque algunos de sus planteamientos también estuvieron presentes en el siglo XV y aun antes. Durante su vigencia, impulsaron cambios que fueron claves para el crecimiento del poder de la burguesía y para el desarrollo del capitalismo.
Los Mercantilistas, en el terreno económico, se preocuparon principalmente de:
De las formas de incrementar la circulación monetaria y del aumento de la cantidad de metales preciosos en sus países (el Tesoro), pues consideraban que la mayor oferta monetaria (mayor cantidad de dinero en circulación en sus países) haría crecer el comercio y la producción. Esto les llevó al estudio de la relación entre los metales preciosos que entraban y salían de sus países (Balanza de Pagos) y de la relación entre exportaciones e importaciones (Balanza Comercial) y de cómo conseguir el superávit de ambas Balanzas. 2. De las medidas para incrementar la actividad comercial internacional de sus países, con el objetivo de impulsar el comercio exterior, al que consideraban la base de la riqueza y del poder del país. 3. Del aumento de la producción industrial y agrícola en sus países, y de la riqueza de los mismos en general, para poder exportar más. Este planteamiento no incluía la mejora de la situación de la mayoría de la población, pues consideraban que la pobreza de esas mayorías, el que consumiera poco y el que los salarios bajaran al nivel de subsistencia, ayudaba a que se incrementara la producción y a que aumentara el excedente exportable. 4. De la política económica de sus Estados y de la reglamentación de la actividad económica de estos y con sus colonias (impuestos, ingresos, gastos, obras públicas, supresión de aduanas interiores, etc.).
Algunos Mercantilistas famosos:
Con la prudencia con la que tenemos que tratar la adscripción de personajes a corrientes de pensamiento (más aun teniendo en cuenta que la misma persona ha podido suscribir, en unas etapas u otras de su vida, los presupuestos de varias corrientes), citamos algunas que defendieron políticas que podemos considerar
Mercantilistas
España: Luis Ortiz (bullionista). Contable, escribió “Memorial para que no salgan dineros de estos reinos” en 1558. Martín Azpilicueta (1493-1586) escribió sobre la abundancia y escasez de moneda y el poder adquisitivo de esta. Fray Tomás de Mercado. Teólogo y filósofo, se formó en la llamada “escuela de Salamanca” y es recordado, entre otras cosas, por la descripción que realiza en sus trabajos de la teoría cuantitativa del dinero. Gerónimo de Uztariz (1670-1723). Planteó la reconstrucción económica del país en base al incremento de las exportaciones y de la reducción de importaciones. Marqués de la Ensenada (1702-1781). Ministro con Felipe V y Fernando VI. Reconstrucción de la marina, aumento del comercio con las Indias, recaudación directa de impuestos (sin “arrendadores”), catastro… Conde de Floridablanca (1728-1808). Funcionario de alto nivel y Primer Ministro con Carlos III.
Inglaterra: Cromwell: Impulsó el Acta de Navegación de 1651, “Navigation Act”, por la cual el comercio con y desde Gran
Bretaña y sus colonias deberían hacerse exclusivamente con barcos británicos y de tripulación británica.
Francia: Jean Baptiste Colbert (1619-1683). Ministro con Luís XIV, proveniente de una Familia de ricos e influyentes banqueros y comerciantes textiles, fue también el gestor de la fortuna del Cardenal Mazarino (uno de los hombres más ricos de Francia).
Portugal:
Marqués de Pombal, (s. XVIII). Primer Ministro portugués con José I, impulsó la construcción de infraestructuras, expulsó a los jesuitas y redujo el poder de los benedictinos, impulsó el comercio y la manufactura (textil), fomentó de las exportaciones (especialmente las de vino de Oporto), puso en marcha una política proteccionista, trato de independizar la economía portuguesa de la británica, impulsó el comercio con Brasil, etc.
ECONOMIA CLASICA: (siglo XVIII y mediados de XIX)
La economía clásica es una escuela de pensamiento económico que satisface de forma automática las necesidades económicas de una población que lleva todas las personas en aras de su propio interés para producir el mayor beneficio para sociedad en su conjunto. Hacia el final de la tradición clásica de los economistas clásicos anteriores sobre la inevitabilidad de la distribución de los ingresos producidos por el sistema del mercado.
La economía clásica teoría del valor; precio real de cada cosa, es el esfuerzo y la dificultad de su adquisición como resultado de su escasez.
Marco histórico: La escuela clásica nació en el momento en el que la burguesía, cada vez con mayor poder económico y Político, estaba rompiendo sus lazos con las monarquías absolutas del “antiguo régimen” y empezaba a invertir Parte de sus capitales en la producción, fundamentalmente en la naciente industria, de la que fue creadora e impulsora. Esta nueva burguesía industrial (que seguía siendo también comercial y financiera), necesitaba cada vez Menos de la tutela de las monarquías absolutas y se lanzó a conquistar el poder político para ejercerlo de manera Directa, en varios países (Revolución Inglesa, Revolución Americana, Revolución Francesa…). No es casual que los Economistas Clásicos fueran en su gran mayoría de Gran Bretaña. Ese país era, a Inicios del siglo XVIII, en el que la burguesía había alcanzado un mayor poder económico y político. En ese País empezó también la revolución industrial y en esta época la burguesía británica dominaba claramente las Finanzas y el comercio internacionales.
Adam Smith (1723-1790)
Adam Smith, es considerado en la mayoría de los textos oficiales como el “padre” de le Economía. Fue un académico escocés (catedrático de Lógica y de Filosofía Moral), una persona con influencia política y un estudioso.
Sus planteamientos se pueden enmarcar dentro de las corrientes “materialistas” británicas y era amigo personal de David Hume. Su obra se concreta en dos libros, de los cuales el más conocido fue “Investigación acerca de la naturaleza
y causas de la riqueza de las naciones”, publicada en 1776 (el mismo año en que James Watt patentó su máquina de vapor), al cuya redacción dedicó nueve años y que considerado por muchos como el primer tratado de Economía. Este libro tuvo mucho impacto político y fue muy difundido en su época (5 ediciones en vida). En España se publicó por primera vez en 1794. Se puede considera que “La riqueza de las naciones” (que es como solemos titular ese libro), es un libro
que justifica y defiende teóricamente el capitalismo, no sólo como el mejor sistema económico posible, sino como aquel que se corresponde con la naturaleza humana y social. En él intentó crear un sistema coherente de explicación de los hechos económicos y una doctrina económica. Consideraba que la Economía Política es “una rama de la ciencia del hombre de estado o legislador”y que su fin básico es el crecimiento económico (que identifica con la riqueza y el “progreso”).
David Ricardo (1772-1823)
David Ricardo es considerado el principal continuador de las teorías de Adam Smith y también como el más profundo teórico de la escuela clásica. No provenía del ambiente académico, no tenía estudios universitarios, pero procedía de una familia de ricos banqueros y se dedicó a la especulación en la Bolsa y acumuló una considerable fortuna (se retiró a los 42 años y se dedicó a estudiar la economía). También fue parlamentario y una persona muy conocida e influyente. Tuvo gran prestigio como economista. Su obra más representativa fue “Principios de economía política y tributación”, publicada en 1817. Esta obra, y en general sus análisis, son más teóricos y abstractos que los de Adam Smith. Dedicó gran parte de su vida a la “investigación”, intentando comprender la economía en su conjunto. En sus análisis recurrió mucho a la elaboración de “modelos” teóricos económicos. Construyó su principal modelo tomando como ejemplo la agricultura y considerando que los rendimientos agrícolas eran decrecientes. Sus análisis y sus propuestas prácticas estuvieron influidas, entre otras cosas, por las guerras napoleónicas, que hicieron que los terratenientes británicos se enriquecieran por las subidas de precio de los granos, la posterior protección de los precios agrícolas de la agricultura nacional por parte del gobierno, el descenso de los salarios, etc.
MARXISMO: (desde mediados del siglo XIX)
El pensamiento marxista en Economía nace en el siglo XIX ligado al naciente movimiento obrero (sindicatos, grupos y partidos obreros) y a las corrientes de pensamiento anticapitalistas (socialismo utópico, “socialismo científico” o comunismo, anarquismo o comunismo libertario…) que se desarrollan en su seno y entre sectores Intelectuales. Los planteamientos marxistas son algo más que una Teoría Económica, y constituyen “una concepción del mundo” que intenta analizar la realidad de la sociedad capitalista desde varios puntos de vista convergentes (desde la Economía, la Historia, la Filosofía, la Sociología, la Política, la Antropología, etc.), aunque en general se reconoce que el núcleo de los planteamientos marxistas se encuentra en su análisis de la economía y en su concepción de la lucha de clases y el papel de ésta en la historia. Esta interpretación de la economía y de la historia, fue acogida por las organizaciones de los trabajadores desde la segunda mitad del siglo XIX, llegando a ser el planteamiento hegemónico en éstas hasta finales del siglo XX. A diferencia de las otras corrientes que estamos estudiando, los planteamientos marxistas no nacieron de una clase que controlara la economía y el poder político, sino en una clase que tenía un papel subordinado.
Marco histórico del surgimiento del Marxismo:
El marxismo nace y se desarrolla en la revolución industrial, que transformó en hegemónico al modo de producción capitalista, convirtiendo en subordinadas o marginales a las economías pre capitalista, provocando el nacimiento y el crecimiento de la clase obrera industrial. En este marco se empezaron a generalizar las luchas de los trabajadores por la mejora de sus condiciones de vida (el primer sindicalismo). Estas luchas se fueron convirtiendo en un enfrentamiento de los trabajadores/as con la burguesía y el Estado burgués, lo que implicó el auge de las teorías socialistas y anarquistas, y el que se dieran las primeras luchas obreras por el poder político y económico (Francia 1830, Alemania 1848, nacimiento de la Primera Internacional –AIT- 1864, Comuna de París en 1871,..). En este mismo marco, el colonialismo de la época mercantilista se va extendiendo a prácticamente todo el planeta (que pasa a depender de los principales países capitalistas europeos, primero, de los Estados Unidos y Japón y, después) hasta convertirse en el Imperialismo de finales del XIX, principios del XX.
Sus planteamientos teóricos pueden resumirse en:
1. Ley del valor-trabajo y plusvalía:
· Las mercancías tienen valor de uso o utilidad (lo que es subjetivo) y valor de cambio (que es objetivo y proviene del tiempo de trabajo, “socialmente necesario”, que llevan incorporadas. Este planteamiento parte de la distinción entre valor de uso y de cambio, que ya hicieron algunos pensadores en la Antigüedad, como Aristóteles, y que retomaron los Clásicos, especialmente David Ricardo.
· De todo lo que se incorpora a la producción, sólo el trabajo crea un nuevo valor, pues el “valor” de la Fuerza de trabajo (el trabajo que cuesta reponerla) es menor que el valor creado por la fuerza de trabajo.
· Esa diferencia es el origen del excedente, o sobre producto social, que en la sociedad capitalista toma la forma monetaria de “plusvalía” (que resume beneficio, interés y renta) y que se la apropia el capital.
2. La producción es el eje y la base de la economía:
· En la manera social de producir está incluida la apropiación (quién se queda con lo producido o cómo se “distribuye” lo producido) y las relaciones sociales (es decir, las relaciones entre los grupos o clases sociales, que son de explotación y opresión en las sociedades de clase).
· Considera que en todas las sociedades se participa en la apropiación (o “distribución”) según como está organizada la producción. ƒ Considera que la economía es siempre social, siempre es colectiva y condicionada por la sociedad, y que no se puede buscar su lógica en supuestas “leyes naturales” o en el análisis del individuo. Considera que no hay leyes económicas validas universalmente.
3. Al capitalismo le interesa mantener el desempleo para mantener bajos los salarios (“ejército industrial de reserva”).
4. La “tasa de ganancia” (% de beneficio sobre la inversión total) es decreciente:
El capital intenta siempre incrementar la plusvalía. Para ello tiene tres caminos:
1. Reduciendo los salarios, pero hay un límite para esta reducción.
2. Ampliando la jornada de trabajo, lo que también tiene un límite.
3. Elevando la productividad del trabajo a través de la inversión en “capital fijo” (maquinaria, herramientas, instalaciones, etc.): Esta forma de incrementar la plusvalía no tiene límite, pero al haber cada vez más capital fijo por trabajador (es lo que se llama el aumento de la “composición orgánica del capital”), disminuye la “tasa de ganancia” (el % de ganancia sobre el total de la inversión), pues el capital fijo no produce plusvalía, sólo el trabajo humano produce esa plusvalía.
5. Tendencia lógica del capitalismo a la concentración del capital. La caída de la tasa de ganancia hace que para mantener y aumentar la plusvalía, el capital tenga que invertir cada vez mayores volúmenes de capital, por lo que los pequeños y medianos capitalistas van desapareciendo, las grandes empresas tenderán a fusionarse, se crean grandes grupos de capital, etc.
6. En el capitalismo son inevitables las crisis económicas y la tendencia al estancamiento, lo que llevará políticamente a la destrucción del capitalismo (que será sustituido por el socialismo o comunismo): “La burguesía produce sus propios sepultureros”. Estos planteamientos económicos marxistas están sustentados sobre otros planteamientos más generales, que podemos llamar filosóficos, que se han venido agrupando en el “materialismo” dialéctico e histórico:
7. Materialismo histórico La característica básica de las sociedades es su economía, su “modo de producción”, que incluye:
· Fuerzas productivas (fuerza de trabajo, herramientas, máquinas, conocimientos, tecnología, organización de la producción..).
· Relaciones de producción (se dan entre las personas, agrupadas en clases sociales, en la producción). Las fuerzas productivas tienden a crecer y crean nuevas realidades que chocan con las viejas relaciones de producción (por ejemplo, la industrialización termina con los restos del poder feudal). A medio plazo esas “viejas relaciones de producción” terminan siendo sustituidas por otras nuevas y acordes con el desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas.
8. La existencia determina la conciencia (materialismo dialéctico): la conciencia humana nace de la situación social en la que vivimos las personas (y no al revés). Aunque como la situación social está basada en intereses contradictorios, de la misma situación nacen conciencias (representaciones de la realidad) diferentes. Algunas de esas conciencias representan el conservadurismo y otras el “progreso”.
NEOCLASICISMO Y MARGINALISMO: (desde mediados del siglo XIX)
Es un concepto impreciso utilizando en economía, para referirse en general a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar algunas de las percepciones provenientes a la economía.
Se centran en la asignación de recursos en un momento determinado es decir se refiere a la elección y disposición de recursos escasos entre posibles alternativas que aceptan alguna variedad como jugando un papel central en la economía. El neoclasismo se centra en las alternativas y cambios marginales que son objeto del cálculo.
Marco histórico:La corriente neoclásica nació y se desarrolló en un momento en que el capitalismo pasó a estar caracterizado por el crecimiento de los grandes monopolios, por la especulación financiera y por la política de los estados capitalistas de conquista de territorios para apoderarse de sus recursos y de sus mercados (imperialismo). En esos años, el capitalismo (sobre todo el europeo y el norteamericano) experimentó un importante crecimiento económico, sin grandes crisis, hasta 1929 (la Gran Depresión). El comercio internacional, en esa época, alcanzó cada vez más peso en la economía mundial y también crecía, hasta niveles desconocidos hasta entonces, el capitalismo financiero y especulativo. Paralelamente, se estaban incrementando las luchas de los trabajadores y se daba una creciente influencia política entre ellos de los planteamientos marxistas. Planteamientos que también alcanzan un peso importante entre sectores de intelectuales con los que debatían los neoclásicos.
KEYNESIANIMO: (desde segundo cuarto del siglo XIX)
Es la que conduce la demanda de bienes y servicios y en caso de la necesidad de la economía, la reactiva a través de un incremento de gastos públicos. Un aspecto central fue reconocer que en una economía de mercado una continua baja de actividad puede llevar a la desocupación, esto es que la economía necesariamente debe tender el pleno empleo.
En la demanda agregada influye muchas decisiones económicas, tanto públicas como privadas, las decisiones del sector privado a veces genera resultados adversos, tales como la reducción , del consumo durante una recesión ;los precios y especialmente salarios responden lentamente a las variaciones de oferta y demanda algo que genera situaciones de escasez y excedentes sobre todo mano de obra, la variación dela demanda agregada ya se sea prevista o no tienen su mayor impacto real en el empleo no en los precios.
Marco histórico: La corriente keynesiana nació y se desarrolló a principios del siglo XX, en un momento en que décadas de políticas liberales habían propiciado una gran concentración del capital y el nacimiento de grandes monopolios. Un hecho fundamental, que permitió que esta corriente alcanzara la notoriedad que alcanzó, fue la crisis económica que se desató a partir de 1929 (“la gran depresión”). Esta crisis desarmó teórica y prácticamente a los partidarios del capitalismo liberal y a la corriente neoclásica, que en medio de la crisis seguía sosteniendo la imposibilidad de la misma (Ley de Say) y que el Estado no debía intervenir en la economía. En este contexto, el paro (el desempleo) se extendió a la práctica totalidad de las economías capitalistas, cerraron miles de empresas, mientras los precios caían de manera generalizada y continuada (deflación) y los países adoptaban medidas proteccionistas para intentar evitar algunos efectos de la crisis. En el marco histórico en el que se desarrolló esta corriente, se dieron también la primera y segunda “guerras Mundiales” (que dieron lugar, dentro de los países capitalistas, a la puesta en marcha de “economías de Guerra” fuertemente dirigidas por los Estados, que funcionaron de manera adecuada).
John Maynard Keynes (1883 – 1946)
Keynes fue el economista que dio nombre a esta corriente, su principal imagen pública y una persona cuyos planteamientos gozaron de gran influencia en vida y, más aun, después de su muerte. Fue profesor universitario, funcionario de alto nivel del Reino Unido, especulador con divisas, asesor de empresas, presidente de una compañía de seguros, accionista de un periódico, Lord, Barón, etc. y apoyó políticamente al partido liberal británico.
Algunas críticas al keynesianismo:
• En economía, siempre el corto plazo influye sobre el largo plazo (las consecuencias de las políticas económicas heterodoxas aparecen después, como la resaca...). La afirmación de Keynes de que “a largo plazo, todos estaremos muertos”, no es un razonamiento serio.
• Las medidas keynesianas para combatir la crisis y el desempleo, terminaron por generar una gran inflación unida a una crisis y desempleo a partir de los años 70 del siglo XX (“estanflación”).
• Al hacer al Estado responsable de la marcha de la economía los grupos de presión buscaron la protección Por parte de éste, aumentó la corrupción y el favoritismo, se mermó la iniciativa privada, creció el tamaño del Estado y su ineficacia, el Estado extendió su acción hacia cada vez más sectores, crecieron los impuestos, el déficit y la inflación.
• El “Estado del Bienestar” crea ineficiencia, en la medida que permite la supervivencia de sectores y empresas no rentables, la percepción de rentas y subsidios sin relación con la aportación a la economía, etc.
• Los instrumentos fiscales (especialmente los basados en el déficit público) no son fáciles de cambiar a corto plazo sin traumatizar el equilibrio global y la vida social. Suelen crear una inercia de la que es difícil salir sin una gran crisis.
• Los sectores más conservadores llegaron a considerar que sus teorías “heterodoxas” e intervencionistas, justifican el socialismo.
Algunos economistas keynesianos:
· John Maynard Keynes (1883 – 1946)
· Raúl Prebish (1901 -1986)
· Joan Robinson (1903 – 1983)
· Galbraith (1908 – 2006)
· Samuelson (1915 - )
· Tobin (1918 – 2002)
· Luís Ángel Rojo (1934 - ). Catedrático de Teoría Económica, fue Gobernador del Banco de España.
NEOLIBERALISMO: (desde el último cuarto del siglo XX)
La corriente llamada neoliberal (que suele autodenominarse liberal) es, desde finales del siglo XX, hasta la actualidad, la corriente hegemónica del pensamiento económico capitalista, en las universidades, en los gobiernos y en los organismos internacionales. Esta corriente resurgió con fuerza en torno a los años setenta del siglo XX, durante la crisis económica mundial que en esos años afectó a las economías capitalistas (tanto a las industrializadas como a las subdesarrolladas). Durante esa crisis de los años setenta, las políticas “keynesianas”, que se habían venido aplicando con éxito durante casi treinta años, no sólo no consiguieron que la economía se recuperara, sino que la agravaron, combinando el estancamiento económico con unos niveles altísimos de inflación (“estanflación”). En esos momentos, un grupo de economistas, que habían venido siendo críticos con el keynesianismo.
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